En esta ocasión, en HIERROS MOLINA, queremos hablaros del origen y la evolución del compresor de aire, una máquina que se ha vuelto imprescindible para una gran multitud de sectores de la industria. Su función es la de tomar aire, comprimirlo y liberarlo a una alta velocidad.
Para conocer el origen del compresor de aire, debemos remontarnos a la época en la que el ser humano empezó a tener contacto con el fuego. Nuestros antepasados tenían la necesidad de aprender a dominar y usar este elemento de la naturaleza totalmente insólito para ellos.Tras años de evolución lenta pero continua en esta tarea, llegamos a la edad del metal donde el ser humano vio un nuevo uso del fuego: la fundición de metales para la creación de herramientas y armas. Se sabe que los primeros herreros gritaban al fuego mientras fundían el metal. Chillaban para avivar el fuego, y lo conseguían con el aire que creaba su grito. Pero evidentemente, fundir un arma a gritos debía ser una tarea muy complicada, así que aquí encontramos la primera máquina que generaba aire para avivar el fuego: el fuelle. Los primeros en usar este aparato fueron los egipcios, que lo usaban para la creación de instrumentos pequeños como las puntas de lanza.
Durante los siguientes siglos, los científicos de cada época estudiaron las propiedades de los gases, su movimiento y su compresión. A este estudio se la conoce actualmente como neumática. Sobre el siglo XVll es cuando los científicos crean artilugios como la máquina del vacío, la bomba aspirante y el desarrollo de los primeros compresores, todo esto basándose en su amplío estudio de la energía de los gases.
Con la Revolución Industrial, los conocimientos del aire comprimido como fuente de energía fue la base de la puesta en marcha de distintos procesos industriales y máquinas. A partir de aquí, con el desarrollo de la tecnología se especializaron y crearon compresores de aire de distintas potencias, para distintos gases y con distintas finalidades.
El compresor de aire es usado para inflar neumáticos de vehículos o cualquier otro objeto inflable, para realizar la limpieza de máquinas o áreas, y para pintar cualquier superficie ya que nos permitirá reducir el consumo de pintura y el tiempo a dedicar a la tarea. También puede ser usado para dar forma a algunos plásticos en el proceso de fabricación de estos, inyectado aire en su interior para darles volumen y moldearlos como se desee.
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