Inflar una rueda, pintar, limpiar, atornillar, lijar…. Muchas son las tareas que puedes realizar con un compresor de aire. Aunque parecen trabajos sencillos, cuando los realizas de forma continuada, pueden causarte fatiga y un resultado insatisfactorio sin una herramienta adecuada. Tanto para tu casa como para tu taller, un compresor de aire te resultará muy útil en muchas ocasiones.
Pero un compresor por sí solo únicamente emite aire a presión. ¿Cómo trabajamos con él? Conectando, mediante una manguera, una herramienta neumática. Estos elementos de trabajo están especialmente diseñados y fabricados para funcionar con aire comprimido. Los hay de sencillos, como una pistola de aire o de más sofisticados como amoladoras o taladros.