CONSEJOS PARA MANTENER LA FORJA

Vamos a dedicar esta entrada del blog a la forja o hierro forjado. Más concretamente, os daremos unos consejos para que podáis realizar el mantenimiento adecuado a aquellos elementos que tengáis en casa, ya sean rejas o puertas de forja, para que se conserven en óptimas condiciones. Un buen cuidado añade aún más durabilidad a las ya de por si resistentes y perdurables estructuras de forja. Veréis que, con los materiales adecuados, ni se trata de una tarea difícil ni se requiere experiencia previa.

Limpieza de la forja

A pesar de su dureza, a la forja le afecta el óxido. Por ello, es recomendable inspeccionarla y limpiarla periódicamente. Para el proceso de limpieza bastará con seguir los siguientes pasos:

1. Mezcla agua con una pequeña cantidad de jabón en un recipiente y renueve un poco hasta hacer espuma. En lugar de jabón también puedes utilizar un poco de disolvente.
2. Limpia suavemente la suciedad de los barrotes y figuras de forja con una esponja o paño humedecido en la solución. Comienza por la parte de arriba (la más alta) y ves bajando. Presta especial atención en los lugares más difíciles porque ahí es donde suele acumularse más suciedad.
3. Una vez limpia, enjuaga la zona con abundante agua para que no queden restos de jabón que puedan llegar a decolorar la forja.
4. Por último, seca bien la estructura con paños de tela que no dejen pelusas.

Eliminar el óxido y pintar la forja

El paso del tiempo y las condiciones climáticas pueden deteriorar el metal, oxidándolo, especialmente si vives en zonas con gran humedad. Es importante eliminar el óxido y la corrosión tan pronto como lo detectes para que, sin excesiva dificultad, puedas recuperar el aspecto de la pieza.

Aunque no observes óxido en la superficie de tu estructura de forja, no es buena idea esperar a que el metal se estropee para decidir pintarla. No debes olvidar que, si renovamos el esmalte periódicamente éste quedará protegido y durará mucho más tiempo.

Si detectas óxido o zonas descascarilladas, ráspalo ligeramente con una lija, lijadora o cepillo de metal de cerdas duras. No es necesario eliminar toda la pintura, pero sí asegurarse de eliminar todo el óxido. Cuando termines, barre bien la zona para que no haya partículas que después puedan estropear la limpieza y pintura.

Antes de comenzar a pintar, debes limpiar bien la puerta o reja de forja tal y como ya hemos explicado, para que no quede polvo ni suciedad adheridos a la pintura.

Una vez que la estructura esté limpia y completamente seca, ya puedes aplicar una capa de antioxidante a toda la pieza, asegurándote de que todos los lados y rincones del hierro forjado queden bien cubiertos. Las instrucciones concretas variarán según el producto que utilices por lo que conviene leer sus instrucciones de uso.

Hay productos, como el oxiron forja, que son esmaltes antioxidantes y que, por lo tanto, a la vez que protegen el hierro de la corrosión, le dan un acabado perfecto. Si la zona está muy dañada o necesita una protección extra porque la estructura está muy expuesta a la humedad, es buena idea dar una primera mano de imprimación o minio.

Si proteges correctamente la estructura que quieres pintar, podrás llevar a cabo la tarea sin desmontar ni manchar nada. Puedes utilizar para ello, por ejemplo, papel protector y cinta de carrocero.

Si has aplicado imprimación o, en el caso de que sea necesario aplicar una segunda mano de pintura de forja o oxiron, espera siempre a que la primera capa esté totalmente seca. Una vez finalices con la pintura y, antes de que la última capa esté del todo seca, ya puedes retirar el papel y la cinta.

Después de estas sencillas tareas de mantenimiento, tu reja o puerta de forja volverá a lucir como nueva. Como hemos comentado, ya sólo bastará con inspeccionarla periódicamente para mantenerla en óptimas condiciones.

En HIERROS MOLINA, S.L. tenemos todo lo que necesitas para poder realizar el mantenimiento adecuado a la forja. Puedes ver una muestra de ello en nuestro catálogo de pinturas. Para cualquier duda, aclaración o más productos, ¡visítanos!